El Clavo Santo de Milán
Esta venerada reliquia se encuentra en la Catedral de Milán.
Sobre el altar mayor de la Catedral hay una cruz, en el centro de la cual está encendida una brillante luz roja. Es ahí donde se guarda el Clavo de la Cruz del Señor, una de las mas veneradas reliquias de la cristiandad.
Durante muchos siglos, una vez al año, se expone al público para que pueden adorarlo durante tres días. Ocurre en septiembre en la fiesta de la cruz. Al final de las celebraciones el Clavo es devuelto a su lugar.
Dice la tradición que fue Santa Elena quien encontró los Clavos Santos para inicialmente ponerlos en las herraduras del caballo de su marido el Emperador Costantino quien, así, estaría protegido durante la batalla.
Según la leyenda el Santo Clavo, que está en la Catedral de Milán, fue regalado a San Ambrosio de Milán por el emperador Teodosio el Grande, quien lo heredó de sus antepasados.
Como parte de una excursión por Milán, al visitar la Catedral es recomendable dedicarle unos minutos de nuestra atención.